Blancos equilibrados y tintos frescos y elegantes, sello de una añada singular

La añada 2023 estará marcada por las contingencias climáticas como las heladas tempranas y la ola de frío que sorprendió a todos en un año más cálido y seco de lo habitual, coinciden los enólogos de dos destacadas bodegas mendocinas, una de Luján de Cuyo y otra del Valle de Uco.

Fernando Colucci y Thibault Lepoutre, enólogos de bodegas Vistalba y Piedra Negra, analizan la vendimia 2023.

Por Fernando Garello – Como toda producción primaria, la vitivinicultura está fuertemente determinada por el tiempo y las contingencias climáticas que inciden directamente en las características y calidad de los vinos que se producen. La cosecha 2023 que acaba de llegar a su fin en Argentina no es ninguna excepción a esa regla, sino que por el contrario, la confirma de manera rotunda. La historia de este año fue en líneas generales así: tras un periodo más cálido y seco de lo habitual, llegaron las heladas y una ola de frío, con granizo y nevadas incluidas, que provocó grandes daños en cuanto a los rendimientos (kilos por hectáreas), especialmente en la parte baja del Valle de Uco. Todas estas contingencias registradas con diferencia de unas pocas semanas obligaron a los agrónomos y enólogos a trabajar intensamente para obtener vinos que expresen las características de una añada singular y a la vez cumplan los criterios de calidad que se les exigen.

En definitivamente podría decirse que los vinos de la añada 2023 serán muy equilibrados, en cuanto a los blancos, mientras que los tintos que se cosecharon tempranamente se distinguirán por su frescura y elegancia.

Con el objeto de conocer de primera mano la experiencia vivida durante la última vendimia, consultamos a los enólogos de dos reconocidas bodegas mendocinas, una de Luján de Cuyo y otra del Valle de Uco, quienes hicieron una pausa en sus tareas para darnos su testimonio.

Fernando Colucci, enólogo de Bodega Vistalba

– ¿Qué evaluación hace de la última vendimia?

– Este año tenemos muy buena concentración en las uvas. Por las olas de calor que tuvimos se adelantaron las cosechas y hubo alta concentración de azúcar pero con muy buenos niveles de acidez. Al principio tuvimos que tener sumo cuidado con las maceraciones porque no se estaba logrando una madurez polifenólica homogénea y teníamos vinos con taninos más marcados. Tuvimos que realizar maceraciones más cortas y trabajos más reducidos sobre el sombrero, además de realizar degustaciones permanentes. Después de la lluvia que tuvimos a mediados de marzo, los grados de azúcar bajaron, lo cual es muy inusual y gracias a la excelente sanidad de la uva decidimos frenar la cosecha por 10 días para que vuelva a subir el azúcar y a su vez darnos tiempo para organizarnos en la bodega para recibir la recta final que creemos va a seguir en la misma línea que veníamos teniendo o mejor, ya que vamos a lograr la maduración polifenólica.

– ¿Las contingencias climáticas afectaron la cantidad y la calidad de las uvas?

– Marcado por muchos eventos climatológicos: helada tardía, olas de calor y después marcado descenso de temperatura que puso un freno temporal a la cosecha. Pero se logró igualmente mucha concentración en las uvas

-¿Qué vinos se pueden esperar de la añada 2023?

– En términos de calidad, es positivo. Ha sido un gran año y la sanidad de la uva ha sido excelente. En términos de cantidad, hubo una merma pero no nos afectó en la bodega porque nos abastecemos de nuestra Finca Don Antonio, en Los Árboles, Tunuyán que es grande.

Thibault Lepoutre, enólogo de Bodega Piedra Negra

– ¿Qué evaluación hace de la última vendimia?

– En términos de calidad, esta cosecha ha sido muy precoz, muy temprana. Fue un año muy cálido, muy caluroso, salvo esa ola de frío a fines de febrero que en el Valle de Uco se heló en algunas partes de la parte baja del Valle. Todo el año ha sido muy caluroso, relativamente seco también, por ende es una temporada seca y además como tuvimos una helada precoz, una helada en la primavera, eso generó una baja importante de los rendimientos. Y hubo varios episodio de granizo en el Valle, con lo cual generó una baja de rendimiento muy significativa.

La tendencia hoy es a cosechar cada vez más temprano para aprovechar de la acidez natural de la uva y no buscar tanta madurez y concentración, sino más bien frescura. Creo que la calidad va a ser muy buena, como en Argentina suele pasar. En Argentina como prácticamente no llueve, no hay efecto de enfermedades o de falta de madurez, al contrario. Pero bueno, para los que han logrado cosechar temprano va a ser una muy buena añada. Y los que estuvieron un poco complicados por la logística, quizás algún que otro vino puede resultar un poco más pesado que otros años.

– ¿Las contingencias climáticas afectaron la cantidad y la calidad de las uvas?

– Yo creo que este año, si bien va a ser un año correcto, hasta bueno para las blancas, no será un año excepcional como fue para mi de 16 o 20 y 21 o 22, que fueron años un poco más frescos y muy interesantes. En cuanto a lo que respecta a blancos creo que este año lo que han logrado cosechar temprano las tintas va a ser un año muy interesante. Es un año muy muy lindo para las tintas.

– ¿Qué vinos se pueden esperar de la añada 2023?

– El perfil del 23, creo que para los blancos van a tener un buen equilibrio. Los tintos, sobre todo los que se cosecharon temprano tendrán un perfil muy interesante, muy, muy equilibrado, fresco y elegante. Yo creo que este año va a depender mucho de la decisión porque como el año fue seco y caluroso, no hubo ninguna urgencia en cosechar. También al estilo que se viene definiendo en Argentina desde hace varios años, donde ya no buscamos tanto la madurez y la concentración, sino la frescura y la elegancia.

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