San Juan Vinos es una de las vinotecas más originales de Rosario que ofrece las etiquetas de la denominada “nueva ola” de jóvenes enólogos y winemakers que está reposicionando a nivel nacional e internacional la viticultura de esa provincia cuyana.

Por Fernando Garello – Algunas ponen el énfasis en el mobiliario y en la imagen, otras en la cantidad de etiquetas y ofertas y, una minoría, en la diversidad y calidad del portfolio que ofrecen. En Rosario hay más de 170 vinotecas abiertas y la mayoría se parecen, ofrecen los mismos vinos y los mismos eventos y servicios. Por otro lado, ya no están los clásicos que moldearon el consumo durante las últimas décadas, especialmente Rey de Copas y Barcelona, y el hueco que dejaron fue ocupado a medias por decenas de nuevos emprendedores. Entre esta nueva generación de vinotequeros rosarinos, sobresale en mi opinión por su originalidad y audacia Luciano Tessandori, de San Juan Vinos, un emprendimiento que está dedicado a la comercialización de vinos de una única provincia y facilita el acceso a etiquetas de gran valor que no se consiguen en el resto de los comercios del rubro.
Fundada en 2021 por una pareja de sanjuaninos que se encontraban circunstancialmente en Rosario, logró captar la atención de los consumidores de distintas generaciones que se sienten atraídos por la rica historia vitivinícola sanjuanina que paradójicamente estuvo durante años eclipsada por el rutilante éxito de su vecina mendocina y que hoy ha sabido reinventarse y reclama un nuevo lugar entre los vinos de la más alta calidad de nuestro país.
Todos los vinos de la “nueva ola” sanjuanina, tal como bautizaron al movimiento Juan Gicalone y Pia Argimon, quienes organizaron una feria con ese mismo nombre en noviembre pasado en Buenos Aires, se encuentran en el pequeño local de calle Córdoba al 2700: desde un clásico Syrah del Valle Tulum, hasta un Sauvignon Blanc exquisito, vibrante y rebosante de frescura del Valle de Pedernal o un Malbec floral y herbáceo del Valle de Calingasta.
Movidos por la curiosidad
“Quienes vienen a la vinoteca llegan con algo de incredulidad, con pocas certezas y muchas dudas. La gran mayoría no conoce casi ninguna de la etiquetas que tenemos, algo que les llama la atención y les despierta inmediatamente la curiosidad. Los que se arriesgan y se atreven a probarlas se dan cuenta que son muy buenos vinos y por fortuna regresan para probar y conocer más”, destaca Lucho Tessandori, quien se hizo cargo del emprendimiento en enero último y está preparando una cata de reinauguración para las próximas semanas.
Lucho se interesó por el vino desde chico, “cuando veía a mis padres beber en casa o en reuniones sociales. Luego, a los veinte años, tuve la oportunidad de asociarme a un club de cata y realizar un curso introductorio que me sirvió de mucho. Allí pude probar distintas variedades y aprendí a distinguir lo que se ajusta a mi paladar y a valorar las etiquetas más allá de su precio en el mercado. Con el tiempo comencé a comercializar los vinos que a mí me gustan en vinotecas y monté una pequeña distribuidora”.
Un proyecto original
“Cuando conocí a los chicos que abrieron Vino San Juan me interesé inmediatamente por su proyecto que me pareció muy original, ya que se circunscribe a los vinos que se producen en una sola provincia que si bien tiene una rica historia, no es la principal ni la más conocida productora de vinos de nuestro país”, relató Lucho Tessandori, quien agregó que le “pareció algo cautivante y todo un desafío poder quebrar los paradigmas y posibilitar que la gente conozca nuevas etiquetas y nuevos terruños, sacarla de la monotonía y de la costumbre de beber siempre los mismos productos”.
Lo que viene
Además Tessandori anticipó que para adelante espera “poder despertar en los clientes la curiosidad por probar los nuevos vinos sanjuaninos y que regresen convencidos de que se trata de etiquetas de gran calidad que están a la altura de los mejores vinos del país. También quiero poner en marcha un club de cata para compartir experiencias y generar un espacio de conocimiento y aprendizaje junto a los winemakers sanjuaninos y una distribuidora que ofrezca una selección de las mejores bodegas sanjuaninas a las vinotecas y restaurantes de Rosario y la región”. En búsqueda de este último objetivo, ya cuenta con Alta Bonanza de los Andes, una bodega del Valle de Calingasta que elabora vinos de altura de gran personalidad que se comercializan en nuestro país y en Europa y se encuentra en negociaciones con otras marcas que pronto se incorporarán a su portfolio.
San Juan en vinos
San Juan es una de las provincias productoras de vinos más importantes del país, con un 16 por ciento de la superficie plantada. Cuenta con las condiciones ideales para la producción de vinos de alta calidad en valles que se encuentran ubicados en el centro y sur de su geografía motañosa, con suelos diversos en diferentes alturas y una insolación sin igual.
Pero lo más importante de todo, la viticultura sanjuanina dispone de una generación de jóvenes enólogos entusiastas que año tras año desafían los límites conocidos y con esfuerzo y creatividad elaboran vinos de personalidad singular y calidad internacional.
Entre los proyectos que sobresalen y que se encuentran en la vinoteca, se encuentran Casimiro Wines, Elefante Wines, Finca Camuñas, El Violinista, Desfachatados Wines, La Merced del Estero, Roble Negro Wines, Finca Rufino, Influenciados Wines, Familia Azcona, Mil Vientos, El Cansao Vinos, Sorocayo Calingasta y Entre Tapias, entre otros, que se suman a las bodegas tradicionales ya conocidas de la provincia.
El desarrollo de nuevos terroirs permitió a esta nueva generación de jóvenes enólogos disponer de la fruta necesaria de características particulares para elaborar vinos de alta calidad que además se distinguen por sus cualidades únicas. Los más importantes son los valles de Pedernal, del Zonda y de Calingasta, una zona esta última que está produciendo vinos excepcionales que están empezando a llamar la atención internacional.